1 ago 2014

Tacuarembó en ascuas por cierre de Urupanel

Las pasteras y un negocio que no cierra

Publicado el 31/7/2014 - 
Urupanel
Unos 600 mil dólares en salarios no se volcarán cada mes a la economía local, advirtió el presidente del sindicato de trabajadores de la madera y de la empresa que sorpresivamente cerró sus puertas el pasado lunes. Son 420 trabajadores que quedaron ahora sin su fuente de ingreso y que en su totalidad volcaban dinero al mercado en consumo.
Los trabajadores ocuparon la planta de Urupanel para proteger los bienes en espera que de que lleguen inversores para reflotar la planta o, eventualmente, proponer la gestión de los trabajadores. “Estamos de guardianes de los medios de producción, y ya estamos realizando tareas de mantenimiento para evitar el deterioro de las máquinas y de la materia prima”, dijo a LA REPÚBLICA Fernando Oyanarte, presidente de los trabajadores de la madera (Soima) y trabajador de la planta.
En tanto hoy, el sindicato se reunirá con el subsecretario de Trabajo y Seguridad Social, Nelson Loustanau, el director de Trabajo, Luis Romero, y más tarde con representantes del Ministerio de Industria, Energía y Minería. Desde el gremio se proponen acceder a todas las instancias institucionales para plantear la situación, y si es posible solicitar una entrevista con el presidente de la República, José Mujica.
De todas maneras consideran que, aunque sorpresivo, de alguna manera era esperado por la falta de inversiones para superar defectos en la planta que impedían tener una rentabilidad positiva. “En este período se perdió más de lo que se hubiera necesitado invertir para hacer la planta rentable, en especial en un momento favorable del mercado, con buenos precios y demanda internacional”, sostuvo Oyanarte.
“Hemos sido críticos con la gestión de Urupanel, no se han solucionado algunos temas de fondo como equipamiento, en la generación de vapor, y en los secadores. Eso ha incidido de manera fundamental para que no se llegara a los niveles de producción necesarios, que son imprescindibles para que la empresa sea sustentable y sostenible a largo plazo”, explicó.
Señaló que sí sorprendió la forma en que se dio el cierre, “acá la empresa desapareció, no hay un interlocutor con quién conversar”, y después de señales que indicaban la continuidad de la producción. Reveló que hace unos 20 días el sindicato mantuvo una reunión con el vicepresidente del grupo que manejaba la empresa, donde se informó que iba a haber una inyección de fondos para corregir los problemas que el sindicato señalaba. “El mismo día en que se decide el cierre de Urupanel, estaban comprando un camión de resina que llegó a la planta este martes cuando ya estaba ocupada por los trabajadores”, agregó Oyanarte.
Agregó que el gerente de Recursos Humanos estuvo contratando personal para que comenzara a trabajar el lunes 4 de agosto. “Esto nos permite suponer que fue una decisión tomada desde Ecuador por el grupo propietario”, apuntó. El grupo tiene presencia en Ecuador, Colombia, Guatemala y Uruguay.
“Estamos en una coyuntura internacional favorable, Todo lo que se produce se vende, es más, no podemos atender la demanda de nuestros clientes por la baja producción que tenemos”.
Los trabajadores consideran que en principios habría que invertir en una nueva caldera de vapor que costará entre 1 y 2 millones de dólares según la opción, reparaciones menores en secadores, en la generación de aire y tener capital de giro para comprar madera, resina y otros implementos.
El futuro
Oyanarte dijo que el gremio conoció que previo al cierre hubo inversores interesados de Estados Unidos y Brasil en comprar la planta. Afirmó que van a seguir trabajando para lograr el ingreso de algún inversor, “pero si eso no prospera, veremos que Urupanel sea un nuevo proyecto de empresa recuperada por los trabajadores”.