El alto comisionado de Derechos Humanos deplora la detención de los recién llegados y sus condiciones de internamiento
EFE Ginebra 22 OCT 2015
Inmigrantes y refugiados cruzan una frontera bajo la lluvia. / BORIS GRDANOSKI (AP)
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra‘ad Al Hussein, criticó este jueves la detención de inmigrantes y refugiados por parte de la República Checa y la calificó de "degradante".
"Según informes creíbles provenientes de diversas fuentes, las violaciones de los derechos humanos de los inmigrantes no son ni aisladas ni un hecho del azar, sino sistemáticas", indicó Zaid en un comunicado.
Estas actuaciones "parece que están integradas en la política del Gobierno checo para evitar que los inmigrantes entren o se queden en el país", agregó.
Zeid deplora las medidas restrictivas implementadas por algunos países europeos contra los refugiados que intentan alcanzar naciones más prósperas del norte de Europa.
Sin embargo, destaca que la República Checa es la única que ha establecido una ley que somete a los inmigrantes y refugiados a una detención de entre 40 y 90 días en función de los casos.
"Un alto número de esas personas son refugiados que han sufrido enormemente en sus países de origen y durante el viaje. El derecho internacional es claro, la detención de los inmigrantes debe ser siempre el último recurso", agrega el alto comisionado.
Con respecto a los niños, el alto funcionario recordó que la política de detención de los menores o de su progenitores "va totalmente en contra del interés superior del niño".
El alto comisionado recordó que los detenidos tienen el derecho a recurrir su detención pero muy pocos lo hacen porque ignoran esta posibilidad.
Asimismo, Zeid ha criticado las condiciones de internamiento, especialmente en el centro de Bìlá-Jezová, a 80 kilómetros al norte de Praga.
El máximo responsable de derechos humanos de la ONU recuerda que incluso el ministro de Justicia, Robert Pelikán, ha descrito las condiciones en dicho centro como "peores que en una prisión".
Precisamente, en Bìlá-Jezová había hasta hace una semana un centenar de niños que están traumatizados por la situación, como la propia Defensora del Pueblo checa, Anna Sabatová, denunció.
La defensora recordó que la situación viola la Convención de los Derechos de los Niños, dado que los menores consideran que están encarcelados sin ni tan siquiera saber porqué.
Una tasa de 10 dólares por detenido
Por otra parte, Zeid también se refirió a los informes que indican que los inmigrantes y refugiados son desnudados rutinariamente por las autoridades en busca de dinero con el que pagar los 10 dólares de tasa que se les impone por su estancia involuntaria en dichos centros.
"El hecho de que las personas sean obligadas a pagar por su propia detención es particularmente condenable", indicó Zeid.
Asimismo, el alto comisionado mostró su alarma por que la política de detención esté acompañada por un creciente discurso xenófobo entre las autoridades políticas, lo que incluye discursos islamófobos del presidente Milo Zeman, y una petición pública "contra la inmigración", lanzada por el expresidente Václav Klaus.
Ante esta situación, Zeid urge al Gobierno a modificar su política para asegurarse que respeta los derechos humanos de los inmigrantes y refugiados.
Por otra parte, Zeid también se refirió a los informes que indican que los inmigrantes y refugiados son desnudados rutinariamente por las autoridades en busca de dinero con el que pagar los 10 dólares de tasa que se les impone por su estancia involuntaria en dichos centros.
"El hecho de que las personas sean obligadas a pagar por su propia detención es particularmente condenable", indicó Zeid.
Asimismo, el alto comisionado mostró su alarma por que la política de detención esté acompañada por un creciente discurso xenófobo entre las autoridades políticas, lo que incluye discursos islamófobos del presidente Milo Zeman, y una petición pública "contra la inmigración", lanzada por el expresidente Václav Klaus.
Ante esta situación, Zeid urge al Gobierno a modificar su política para asegurarse que respeta los derechos humanos de los inmigrantes y refugiados.