27 oct 2015

El nuevo jefe de Volkswagen irá con Angela Merkel a China

Matthias Müller pondrá al corriente a la canciller sobre los avances en la investigación

Matthias Mueller, nuevo presidente ejecutivo de Volkswagen, en una imagen de marzo pasado. / MICHAEL SOHN (AP)







El nuevo consejero delegado de Volkswagen, Matthias Müller, se unirá a la delegación alemana, encabezada por Angela Merkel, que esta semana visita China. Durante el viaje, Müller pondrá al corriente a la canciller alemana sobre los avances en la investigación acerca del fraude de las emisiones de 11 millones de vehículos fabricados por la compañía. Merkel ya avisó el pasado jueves de que la compañía debe ser lo más transparente posible para poder “reestablecer la confianza” de los consumidores.
El viaje a China es de vital importancia para Volkswagen ya que se trata de su mayor mercado en el mundo. Por ese motivo, Müller se reunirá con dos altos ejecutivos de la compañía en el gigante asiático encargados de los acuerdos comerciales con empresas locales.
Reunión en BruselasPor otra parte, los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea (UE) se reúnen hoy en Bruselas para evaluar los avances en las negociaciones en marcha para reforzar el control de las emisiones contaminantes de los vehículos, con el objetivo de evitar que en el futuro se reproduzcan fraudes como el de Volkswagen, que instaló en determinados motores diésel un software con el que manipular sus registros durante las revisiones oficiales. Varios Estados miembros han solicitado que este asunto sea incluido en la agenda de la reunión para obtener más información sobre cómo se está abordado el escándalo a escala europea, según han informado fuentes diplomáticas. La UE ultima la entrada en vigor, a partir del próximo mes de enero, de pruebas de emisiones en condiciones reales de conducción, que completen los actuales test de laboratorio, pero queda por determinar el peso que estos nuevos controles tendrán a la hora de conceder los permisos.
Las discusiones se centran ahora en el periodo de transición hasta que el nuevo sistema de pruebas sea vinculante. Algunos Gobiernos, entre ellos el alemán y el español, son partidarios de aplazar o flexibilizar el calendario que maneja Bruselas, que quiere que las medidas sean obligatorias y vinculantes desde 2018.