ONU rechaza de forma casi unánime el bloqueo infame contra Cuba
Cuba consiguió este martes el más amplio respaldo internacional en las 24 votaciones que desde 1992 promueve en la Asamblea General de las Naciones Unidas contra el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, cuando 191 naciones votaron a favor de la resolución de la Isla y solo Estados Unidos —el país bloqueador— e Israel se opusieron a ella.
En su intervención antes de la votación, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, señaló que el propio presidente norteamericano Barack Obama ha reconocido que el bloqueo ha fracasado, es obsoleto, no ha cumplido los objetivos previstos por sus creadores y provoca daño a los cubanos y aislamiento al Gobierno de Estados Unidos. El canciller cubano reconoció que Obama se ha comprometido a involucrarse en el debate con ese fin y ha aplicado prerrogativas para modificar su aplicación.
Rodríguez Parrilla afirmó que, ante el reclamo casi unánime de la comunidad internacional, el Gobierno de Estados Unidos ha anunciado una nueva política hacia nuestro país, pero acotó que las medidas del 16 de enero y el 18 de septiembre últimos solo modifican de forma limitada elementos de la aplicación del bloqueo.
Muchas de ellas no podrán implementarse a menos que se aprueben otras como utilizar el dólar, operar cuentas en terceros países y obtener créditos, argumentó antes de aclarar que el problema no es que el ordenamiento cubano dificulte estas medidas, el problema es la existencia sistémica del bloqueo.
El jefe diplomático cubano llamó a no confundir la realidad con los deseos ni la buena voluntad de las palabras. «Los hechos demuestran con claridad que el bloqueo está en plena aplicación. Diez meses después del 17 de diciembre no se ha producido modificación tangible de bloqueo», sostuvo.
El canciller mencionó recientes sanciones a compañías de terceros países por su comercio con Cuba y comentó que las exiguas comprar de alimentos a Estados Unidos han disminuido significativamente en el último año debido a las condiciones discriminatorias que prohíben créditos y obligan a pagar en efectivo y por adelantado a través de entidades de terceros, sin emplear barcos propios para el transporte.
«Cuba debe dar cuenta del destinatario final de las medicinas adquiridas y pagar a través de terceros con moneda distinta al dólar», añadió el canciller.
Rodríguez Parrilla argumentó que el bloqueo es una violación sistemática de los derechos humanos de todos los cubanos que califica como acto de genocidio y es el principal obstáculo para el desarrollo económico y social de los cubanos, acotó que el 77 por ciento de los cubanos lo han sufrido desde su nacimiento y matizó que las carencias y privaciones a las familias cubanas no pueden contabilizarse.
Si bien corresponde al Congreso la decisión de cesarlo, el presidente Obama tiene amplias prerrogativas para modificar su alcance. Esperamos que el Gobierno cambie una política ineficaz, anclada en el pasado, y adopte una coincidente con el sentimiento de sus ciudadanas y ciudadanos, dijo el canciller cubano.
El ministro de Relaciones Exteriores sostuvo que, si como han señalado funcionarios estadounidenses, el país norteño cambia los métodos, pero los objetivos, el proceso de normalización enfrentará serios obstáculos. «El levantamiento del bloqueo será elemento esencial que dará sentido a lo avanzado y determinará el ritmo hacia la normalización. Conviene al interés nacional de Estados Unidos, como ha reconocido Obama», dijo.
Rodríguez Parrilla afirmó que Cuba está dispuesta a las oportunidades y desafíos de una nueva relación, pero no negociará las decisiones de sus asuntos internos ni renunciará la independencia conquistada con la sangre de sus mejores hijos. Además, recordó que entre los pueblos de Cuba y los Estados Unidos no hay enemistad, lo que se vio en el hecho de que los cubanos fueron solidarios ante los actos terroristas de septiembre de 2001 y el paso del huracán Katrina.
Por otro lado, recordó el interés de Cuba de ampliar los vínculos con su vecino y matizó que, partiendo de grandes diferencias y con carácter recíproco, «hemos iniciado diálogo sobre derechos humanos».
El canciller agradeció a los pueblos, Gobiernos, miembros de la sociedad civil y organizaciones internacionales que han contribuido con su voto, año tras año, a consolidar la justeza de esta demanda cubana y expresó gratitud al pueblo estadounidense por secundar nuestro propósito. «Mientras el bloqueo exista, seguiremos presentando esta resolución en la Asamblea General», sostuvo antes de agregar que el pueblo cubano no renunciará a su independencia ni a la búsqueda de un orden internacional más equitativo y democrático.
El jefe diplomático cubano llamó a no confundir la realidad con los deseos ni la buena voluntad de las palabras. «Los hechos demuestran con claridad que el bloqueo está en plena aplicación. Diez meses después del 17 de diciembre no se ha producido modificación tangible de bloqueo», sostuvo.
El canciller mencionó recientes sanciones a compañías de terceros países por su comercio con Cuba y comentó que las exiguas comprar de alimentos a Estados Unidos han disminuido significativamente en el último año debido a las condiciones discriminatorias que prohíben créditos y obligan a pagar en efectivo y por adelantado a través de entidades de terceros, sin emplear barcos propios para el transporte.
«Cuba debe dar cuenta del destinatario final de las medicinas adquiridas y pagar a través de terceros con moneda distinta al dólar», añadió el canciller.
Rodríguez Parrilla argumentó que el bloqueo es una violación sistemática de los derechos humanos de todos los cubanos que califica como acto de genocidio y es el principal obstáculo para el desarrollo económico y social de los cubanos, acotó que el 77 por ciento de los cubanos lo han sufrido desde su nacimiento y matizó que las carencias y privaciones a las familias cubanas no pueden contabilizarse.
Si bien corresponde al Congreso la decisión de cesarlo, el presidente Obama tiene amplias prerrogativas para modificar su alcance. Esperamos que el Gobierno cambie una política ineficaz, anclada en el pasado, y adopte una coincidente con el sentimiento de sus ciudadanas y ciudadanos, dijo el canciller cubano.
El ministro de Relaciones Exteriores sostuvo que, si como han señalado funcionarios estadounidenses, el país norteño cambia los métodos, pero los objetivos, el proceso de normalización enfrentará serios obstáculos. «El levantamiento del bloqueo será elemento esencial que dará sentido a lo avanzado y determinará el ritmo hacia la normalización. Conviene al interés nacional de Estados Unidos, como ha reconocido Obama», dijo.
Rodríguez Parrilla afirmó que Cuba está dispuesta a las oportunidades y desafíos de una nueva relación, pero no negociará las decisiones de sus asuntos internos ni renunciará la independencia conquistada con la sangre de sus mejores hijos. Además, recordó que entre los pueblos de Cuba y los Estados Unidos no hay enemistad, lo que se vio en el hecho de que los cubanos fueron solidarios ante los actos terroristas de septiembre de 2001 y el paso del huracán Katrina.
Por otro lado, recordó el interés de Cuba de ampliar los vínculos con su vecino y matizó que, partiendo de grandes diferencias y con carácter recíproco, «hemos iniciado diálogo sobre derechos humanos».
El canciller agradeció a los pueblos, Gobiernos, miembros de la sociedad civil y organizaciones internacionales que han contribuido con su voto, año tras año, a consolidar la justeza de esta demanda cubana y expresó gratitud al pueblo estadounidense por secundar nuestro propósito. «Mientras el bloqueo exista, seguiremos presentando esta resolución en la Asamblea General», sostuvo antes de agregar que el pueblo cubano no renunciará a su independencia ni a la búsqueda de un orden internacional más equitativo y democrático.