Informe: Cientos de hombres fueron torturados con canibalismo forzado en Sudán del Sur
Publicado: 29 oct 2015
Soldados del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA) vigilando el aeropuerto de Bor, al norte de Yuba / Reuters / George Philipas
La Unión Africana, encargada de investigar la guerra civil que sacude Sudán del Sur desde hace casi dos años, ha descubierto fosas comunes y pruebas de espantosos crímenes como canibalismo forzado.
La violencia ha dejado en Sudán del sur decenas de miles de muertos y ha empobrecido al país, que ha quedado dividido por dos líneas étnicas: la dinka, del Gobierno, y la neur, de la oposición. Un reciente informe de la Unión Africana presenta testimonios de las atrocidades cometidas por ambos grupos a raíz del conflicto de 2013 surgido a raíz de la disputa entre el presidente Salva Kiir (etnia dinka) y el vicepresidente Riek Machar (etnia nuer), informa 'The Daily Mail'.
"Hay motivos razonables para creer que los actos de asesinato, violación, violencia sexual y tortura entre otros comportamientos inhumanos han sido cometidos por ambas partes en el conflicto", sostiene el informe. Entre los numerosos actos de "extrema crueldad" identificados por el documento, se destaca el "extraer sangre humana de gente que acababa de ser asesinada y forzar a otros de una determinada comunidad étnica a bebérsela o a comer carne humana quemada".
Los investigadores de la Unión Africana, encabezados por el expresidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, han determinado que el conflicto se inició el pasado 15 de diciembre con una escaramuza entre los miembros de la guardia presidencial y después siguió con matanzas organizadas por el Gobierno de civiles y soldados nuer.
De esta forma, el informe establece que los asesinatos fueron "una operación militar organizada que no podría haber tenido éxito sin los esfuerzos concertados de los distintos actores en los círculos militares y gubernamentales". "Durante esta operación los hombres nuers fueron el blanco, identificados, muertos en el acto o reunidos en un lugar y abatidos", indica.
El ministro de Defensa, Kuol Manyang Yuuk, describió a un oscuro "grupo organizado por sí mismo como 'Rescaten al Presidente'". "Es el que mató a más gente aquí (en Yuba) entre el 15 y el 18 (de diciembre). Fue incluso más poderoso que las fuerzas organizadas", aseveró.
Según el informe, que cita entrevistas con informantes, el grupo estaba compuesto por algunos soldados dinka que habían sido movilizados tras una crisis fronteriza en 2012 con su vecino del norte, Sudán. Algunos de esos soldados fueron trasladados en 2013 al sur, a la granja privada de Kiir cerca de Yuba, y más tarde participaron en los asesinatos.
En medio de la violencia en Yuba, Machar huyó de la capital y movilizó una insurgencia que cometió ataques de represalia contra los dinka, desencadenando una espiral de violencia en Bor, Malakal y las localidades de Bentiu, donde también se registraron violaciones y asesinatos contra personas en iglesias y hospitales, según el documento.
Más de dos millones de personas han huido de sus hogares en esta guerra marcada por las violaciones en grupo y el uso de niños soldado. El Gobierno y los rebeldes han firmado acuerdos de paz en varias ocasiones (el último en el mes de agosto), pero el alto el fuego ha sido violado repetidas veces.
Soldados del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA) vigilando el aeropuerto de Bor, al norte de Yuba / Reuters / George Philipas
La Unión Africana, encargada de investigar la guerra civil que sacude Sudán del Sur desde hace casi dos años, ha descubierto fosas comunes y pruebas de espantosos crímenes como canibalismo forzado.
La violencia ha dejado en Sudán del sur decenas de miles de muertos y ha empobrecido al país, que ha quedado dividido por dos líneas étnicas: la dinka, del Gobierno, y la neur, de la oposición. Un reciente informe de la Unión Africana presenta testimonios de las atrocidades cometidas por ambos grupos a raíz del conflicto de 2013 surgido a raíz de la disputa entre el presidente Salva Kiir (etnia dinka) y el vicepresidente Riek Machar (etnia nuer), informa 'The Daily Mail'.
"Hay motivos razonables para creer que los actos de asesinato, violación, violencia sexual y tortura entre otros comportamientos inhumanos han sido cometidos por ambas partes en el conflicto", sostiene el informe. Entre los numerosos actos de "extrema crueldad" identificados por el documento, se destaca el "extraer sangre humana de gente que acababa de ser asesinada y forzar a otros de una determinada comunidad étnica a bebérsela o a comer carne humana quemada".
Los investigadores de la Unión Africana, encabezados por el expresidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, han determinado que el conflicto se inició el pasado 15 de diciembre con una escaramuza entre los miembros de la guardia presidencial y después siguió con matanzas organizadas por el Gobierno de civiles y soldados nuer.
De esta forma, el informe establece que los asesinatos fueron "una operación militar organizada que no podría haber tenido éxito sin los esfuerzos concertados de los distintos actores en los círculos militares y gubernamentales". "Durante esta operación los hombres nuers fueron el blanco, identificados, muertos en el acto o reunidos en un lugar y abatidos", indica.
El ministro de Defensa, Kuol Manyang Yuuk, describió a un oscuro "grupo organizado por sí mismo como 'Rescaten al Presidente'". "Es el que mató a más gente aquí (en Yuba) entre el 15 y el 18 (de diciembre). Fue incluso más poderoso que las fuerzas organizadas", aseveró.
Según el informe, que cita entrevistas con informantes, el grupo estaba compuesto por algunos soldados dinka que habían sido movilizados tras una crisis fronteriza en 2012 con su vecino del norte, Sudán. Algunos de esos soldados fueron trasladados en 2013 al sur, a la granja privada de Kiir cerca de Yuba, y más tarde participaron en los asesinatos.
En medio de la violencia en Yuba, Machar huyó de la capital y movilizó una insurgencia que cometió ataques de represalia contra los dinka, desencadenando una espiral de violencia en Bor, Malakal y las localidades de Bentiu, donde también se registraron violaciones y asesinatos contra personas en iglesias y hospitales, según el documento.
Más de dos millones de personas han huido de sus hogares en esta guerra marcada por las violaciones en grupo y el uso de niños soldado. El Gobierno y los rebeldes han firmado acuerdos de paz en varias ocasiones (el último en el mes de agosto), pero el alto el fuego ha sido violado repetidas veces.