La organización Familiares ha recibido más de 300 denuncias a practicamente un mes de lanzada la campaña para recabar nuevos datos sobre el paradero de los detenidos desaparecidos de la última dictadura
20 de octubre de 2015
Foto: Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos.
Según indicó a La República un integrante de la agrupación, Ignacio Errandonea, entre esos reportes “hay de todo”; algunos informantes dijeron haber sido testigos de enterramientos, señaló, por lo que se está trabajando con antropólogos para analizar su factibilidad, al tiempo que se retoman las excavaciones en el Batallón 13.
Errandonea además reveló al diario que si bien algunas de las denuncias recibidas son anónimas, otras provienen de militares que “quieren hablar personalmente con el equipo de antropólogos”.
“La campaña está funcionando, tenemos un montón de llamadas, va mejor de lo que nos imaginábamos y ya empezamos a procesar la información”, indicó Errandonea. La mayoría de las denuncias llegan por el 0800 99 42 y el espectro es muy amplio.
“Algunas ya se están procesando con el equipo de antropólogos. Algunas personas llaman y quieren hablar directamente con el grupo de trabajo de antropólogos o con Familiares”, contó el integrante de Famidesa. Estas denuncias, luego de todo el trabajo de chequeos y corroboración de algunos datos, serán elevadas a la Comisión por Verdad y Justicia, creada por el presidente Tabaré Vázquez.
Hasta fin de año
Errandonea apuntó que la campaña va a seguir “como mínimo” hasta fin de año. Pensamos incluso que hay gente que hace llamar a Familiares para ver cómo nos comportamos. Esas personas pueden perder el temor y decir lo que tienen para aportar, por eso es importante que sigamos con la campaña”, afirmó.
Son unos 200 los uruguayos detenidos de los que nunca más se supo, no solo en Uruguay sino en países cercanos donde en la misma época había dictaduras que trabajaban en forma conjunta. La campaña de Familiares recibió el respaldo de la Iglesia Católica que puso a disposición las parroquias para la recepción de información.
Errandonea apuntó que la campaña va a seguir “como mínimo” hasta fin de año. Pensamos incluso que hay gente que hace llamar a Familiares para ver cómo nos comportamos. Esas personas pueden perder el temor y decir lo que tienen para aportar, por eso es importante que sigamos con la campaña”, afirmó.
Son unos 200 los uruguayos detenidos de los que nunca más se supo, no solo en Uruguay sino en países cercanos donde en la misma época había dictaduras que trabajaban en forma conjunta. La campaña de Familiares recibió el respaldo de la Iglesia Católica que puso a disposición las parroquias para la recepción de información.