Frontex pide internar a los refugiados para evitar que se desplacen
LUCÍA ABELLÁN / BELÉN DOMÍNGUEZ CEBRIÁN Bruselas 25 OCT 2015
Refugiados en la frontera entre Austria y Eslovenia, en Spielfeld (Austria), el 23 de octubre de 2015. / ERWIN SCHERIAU (EFE)
Los líderes de los países europeos más afectados por el tránsito de refugiados se reúnen este domingo en Bruselas para tratar de suavizar la crisis. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, recibirá finalmente a 11 jefes de Estado o de Gobierno (más los ministros de otros dos) de los Estados que integran la llamada ruta de los Balcanes, con origen en Grecia y destino en Alemania. Para preparar el encuentro, la agencia europea de fronteras, Frontex, ha elaborado un documento que aboga por aplicar medidas duras para disminuir los movimientos de refugiados –entre ellas alojarlos en centros cerrados- y duda de la legalidad de una de las principales propuestas ideadas por Juncker: el despliegue inmediato de 400 guardias de frontera en Eslovenia, desbordada esta semana por los desplazamientos de demandantes de asilo.
Aplicar controles a la salida de Grecia –no solo a la entrada, como es la norma hasta ahora- constituye la medida con mayor potencial disuasorio para los movimientos migratorios, en opinión de Frontex. “Los migrantes informarán a otros que estén en países de origen o de tránsito sobre el cierre de la ventana de oportunidad de viajar a la UE (…). Las noticias de que se han reinstaurado los controles fronterizos se extenderán rápidamente entre los migrantes y disuadirán a los que aún no han llegado”, vaticina Frontex en un documento interno al que ha tenido acceso EL PAÍS. De ese modo descenderían las llegadas desde Turquía a Grecia.
La agencia alerta, eso sí, de que los mayores controles a la salida de Grecia con Albania y Macedonia –como propondrá esta tarde la Comisión Europea en el encuentro de líderes- pueden desviar el tráfico hacia otras rutas, como ha ocurrido hasta ahora cada vez que se ha tratado de taponar una frontera. Los pasos terrestres de Grecia con Albania y Bulgaria o el tráfico directo desde Turquía a Italia y a Bulgaria se sitúan como principales alternativas.
Ante la perspectiva de que esos mayores controles en Grecia desencadenen “intentos de cruzar en masa” entre países miembros, Frontex lanza su recomendación más polémica: mantener a los demandantes de asilo en centros cerrados para que no puedan salir del primer país europeo en el que recalan, ya que las normas europeas les obligan a solicitar la protección allí. El 80% de quienes acceden a Grecia, Hungría o Bulgaria dejan inconclusas sus solicitudes asilo porque se desplazan a otros países del norte, según datos de la oficina europea de asilo (EASO, por sus siglas en inglés).
Las retenciones de migrantes no están expresamente prohibidas por la directiva europea, pero sí muy limitadas. La normativa impide internar a nadie “por el único motivo de solicitar protección internacional” y exige que el internamiento constituya “el último recurso”. Aun así, la agencia europea basa su propuesta de recurrir a centros cerrados en que “se ha probado que los migrantes abusan en gran medida de los centros abiertos y los utilizan como lugar para organizar el resto del viaje”.
Nuevas operaciones
El texto abunda en las nuevas operaciones que los jefes de Estado y de Gobierno estudiarán esta tarde, pero enfría las perspectivas sobre la más novedosa: el despliegue el próximo miércoles de 400 policías en la frontera entre Eslovenia y Croacia para controlar el paso de refugiados y ayudar en las labores de registro. El documento duda de que sea legal porque esas misiones de despliegue inmediato recién ideadas por Bruselas están pensadas para fronteras exteriores de la UE y la de Eslovenia con Croacia es interna, aunque no entre países Schengen (Croacia no forma parte del espacio de libre circulación europea).
Más allá de las consideraciones legales, Frontex cree que la misión “es susceptible de resultar ineficaz” para contener los flujos y alerta de que “puede dañar la reputación de Frontex” cuando los medios de comunicación informen sobre cómo estas fuerzas de seguridad tratan de garantizar el orden. La agencia hace otra referencia más genérica a los medios en su documento. Recordando la cobertura que realizó la prensa de las tensiones entre policías y refugiados en la frontera húngara con Serbia, Frontex pide una estrategia de medios “que evite malas interpretaciones de las medidas operativas aplicadas”.
Además del director general de Frontex, Fabrice Leggeri, y del alto representante de la agencia de la ONU para los refugiados, António Guterres, participarán en el encuentro los líderes de Austria, Bulgaria, Croacia, Alemania, Grecia, Hungría, Rumanía, Eslovenia (y los ministros de Inmigración de Luxemburgo, como actual presidencia europea, y de Holanda, que es la próxima) por parte de la UE. De fuera del club comunitario asisten los dirigentes de Albania, Macedonia y Serbia, por donde también transitan los migrantes en su ruta por Europa.
Más allá de las medidas de contención de los flujos, la Comisión pretende que no se produzcan episodios de desvío intencionado de refugiados entre países, que provocan frustración y desatención entre los potenciales asilados. Los países deberán comprometerse a proveer alojamiento y comida a los migrantes llegados a sus fronteras y a pedir ayuda a Bruselas en caso de falta de recursos.
Solo seis países ofrecen medios a Frontex
B. D. C.
Hasta la fecha seis Estados; Rumania, España, Austria, Croacia, Hungría y Suiza, han contribuido con material técnico a las misiones de Frontex en los límites exteriores comunitarios. España, además, forma parte de los 18 países que también ha ofrecido recursos humanos a las operaciones de la Agencia de control de Fronteras de la UE, según varios documentos a los que ha tenido acceso El PAÍS.
En la cumbre de este domingo en Bruselas, varios líderes de países balcánicos –de la UE o fuera de ella- están llamados a sentarse en la mesa de negociación junto a la Agencia de la ONU para los refugiados y Frontex para llegar a un acuerdo sobre qué hacer y cómo actuar para frenar el flujo de inmigrantes y refugiados que llega a la UE desde hace meses.
Alemania, principal país de destino de los aproximadamente 700.000 refugiados que han entrado en la UE este 2015, es el país que más medios ha ofrecido a las operaciones de control de fronteras con un total de 50 expertos en vigilancia fronteriza. Le siguen Francia con 48 expertos y España –que junto a Rumanía, Austria, Croacia, Hungría y Suiza también aportan material técnico—con 44 expertos en control de fronteras. Irlanda, Letonia, Finlandia, Holanda, Luxemburgo, Grecia, Bulgaria, Polonia, Eslovenia y Malta no han contribuido, por el momento, ni con recursos humanos ni técnicos a las misiones de vigilancia europeas.