El equipo 6 de las fuerzas especiales SEAL, conocido por matar a Osama Bin Laden, lleva varias décadas capturando y matando a enemigos de EE.UU. en focos de tensión en distintas partes el mundo, siendo una de las organizaciones más herméticas y menos reguladas del planeta.
El equipo 6 de las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses SEAL (Mar, Aire y Tierra de la Armada de EE.UU.), mejor conocido por haber liderado la redada que mató a Osama Bin Laden, es “una de las organizaciones militares más mitificadas, más herméticas y menos supervisadas”, según el último informe de ‘The New York Times‘, basado en entrevistas con miembros del grupo, otros militares y la revisión de documentos gubernamentales.
Han planificado misiones mortíferas desde bases secretas en Somalia, y “en Afganistán se han involucrado en combates tan íntimos que han salido empapados de sangre que no era suya”, escribe el artículo. Además de operar en Afganistán e Irak, el equipo 6 también ha realizado misiones en otros lugares “que desdibujaron las líneas tradicionales entre un soldado y un espía”.
En diferentes partes del mundo, gestionaron puestos de espionaje en aparentes buques comerciales, se hicieron pasar por empleados civiles de compañías ficticias y operaron como agentes secretos en embajadas, siguiendo a los que EE.UU. quiere matar o capturar.
En sus inicios, era un pequeño grupo reservado para misiones especiales pero raras, sin embargo, con el tiempo se ha convertido en una “máquina de cacería global”, afirma el periódico. Desde 2001, gracias al aumento de la financiación, el equipo 6 ahora cuenta con unos 300 soldados y 1.500 miembros de personal de apoyo.
Las actividades del grupo han provocado numerosas preocupaciones sobre su excesiva violencia y la muerte de civiles. No obstante, la supervisión externa de este grupo ha sido limitada. “Casi todo lo relacionado con el equipo 6 de los SEAL permanece cubierto de secretos”, escribe ‘The New York Times’. Esto “hace imposible una evaluación completa de su historia y las consecuencias de sus acciones”.
Mientras tanto, hay quienes advierten de otro posible resultado de una campaña infinita de misiones secretas. “Si no estás reconocido en el campo de batalla, no eres responsable”, ha comentado William C. Banks, un experto en Ley de Seguridad Nacional en la Universidad de Siracusa.