3 oct 2015

EEUU bombardeó un hospital de Médicos Sin Fronteras

 AFGANISTAN

MASACRES EN NOMBRE DE LA PAZ

Diecinueve personas murieron y 37 quedaron heridas tras un ataque de la fuerza aérea estadounidense contra un hospital de la ONG internacional en la ciudad afgana de Kunduz donde, según el gobierno afgano, se ocultaba un grupo talibán. La ONU condenó el hecho al que calificó de "inexcusable" y "posible crimen de guerra".

El hospital fue el único que funcionó esta semana en medio de los combates con los talibanes, y fue destruido parcialmente por bombardeos aéreos lanzados por Estados Unidos. Había 150 pacientes y 80 trabajadores de MSF.
Según informó la organización en un comunicado, al menos 12 de sus trabajadores y otros 19 resultaron heridos. También registraron 18 pacientes y familiares heridos, una cifra que podría aumentar en las próximas ya que aún hay muchas personas desaparecidas.
El bombardeo sobre el hospital siguió "durante más de 30 minutos" a pesar de que la ONG avisó a los ejércitos estadounidense y afgano de que habían sido alcanzados por proyectiles.
Kunduz es zona de fuego cruzado entre el Ejército afgano, sus aliados estadounidenses, las abusivas milicias gubernamentales y los extremistas militantes talibanes. También es una ciudad con valor estratégico para el lucrativo negocio del tráfico de drogas del país, ya que por allí pasa la principal ruta de salida del opio hacia la vecina Tayikistán, desde donde después es repartida a Rusia y Europa.
Afganistán es responsable del 85 por ciento de la producción mundial de opio, mientras que Europa y Rusia suman el 47% del consumo global de heroína, uno de los derivados más populares del opio, según cifras de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra"ad Al Hussein, pidió una completa y transparente investigación del hecho, y afirmó que si se "considera que debe ir a una corte de justicia, un bombardeo a un hospital puede ser considerado crimen de guerra". "Este hecho es absolutamente trágico, inexcusable y posiblemente incluso criminal", añadió Zeid en comunicado.
El secretario de Defensa norteamericano, Ashton Carter, dijo que estaba en marcha una "investigación exhaustiva" del bombardeo, aunque no confirmó si el ataque había sido llevado a cabo por las fuerzas estadounidenses.