Dilma teme que el Congreso dé hoy paso clave para su remoción
EL PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS, EDUARDO CUNHA, ANUNCIARÁ SI ACEPTA UN PEDIDO DE "IMPEACHMENT"
Dilma Rousseff enfrenta horas decisivas para el futuro de su Gobierno. La posibilidad de un juicio político en su contra se ha convertido en más que una mera posibilidad. La presidenta de Brasil moviliza todos sus recursos de poder para impedirlo.
Brasilia - Dilma Rousseff suspendió su descanso y retornó precipitadamente a Brasilia para coordinar una nueva estrategia tras el anuncio del jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de que definirá hoy la posibilidad del inicio de un juicio político contra la presidenta de Brasil.
Hoy a las 10 la Cámara baja reanudará sus actividades después de un receso, ocasión en la que Cunha definirá si da curso a alguno de los más de veinte pedidos de "impeachment" que fueron presentados en su despacho, lo que amenaza con desatar una tormenta política en el país.
"Mi actuación será la normal. Voy a tomar una decisión, dijo Cunha según el diario O Globo.
Se especula que entre los pedidos con más chances de ser avalados por el jefe de Diputados está el del jurista Hélio Bicudo, uno de los miembros de la primera hora del Partido de los Trabajadores, que hace una década rompió con la agrupación de Rousseff y de Luiz Inácio Lula da Silva. Bicudo fundamentó su pedido en las llamadas"pedaladas" fiscales, esto es el maquillaje del déficit primario en 2014, y fue avalado la semana pasada cuando el Tribunal de Cuentas de la Unión rechazó las cuentas públicas de ese ejercicio y giró su tratamiento final al Congreso.
Al conocer los planes de Cunha, Rousseff se trasladó el domingo al Palacio de Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, a donde llegó procedente de la sureña ciudad de Porto Alegre, se informó ayer.
Desde allí monitoreó los contactos y dialogó con sus principales ministros y asesores sobre las formas en las que se podría bloquear en el Congreso el inicio de un proceso de juicio político en su contra.
"Tenemos que tener mayoría en el Congreso, tenemos que hacer valer la coalición" con el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), dijo la jefa de Estado a poco de retornar a la Capital Federal el domingo.
Aunque pertenece al PMDB, partido aliado del Gobierno, Cunha declaró oficialmente su paso a las filas opositoras el 17 de julio pasado. De él depende en principio dar curso o rechazar los pedidos de "impeachment".
"En realidad no hay ninguna acusación (real) contra la presidenta, pero Eduardo Cunha parece una fiera herida y podría aceptar un pedido de 'impeachment'", dijo un ministro bajo condición de permanecer en el anonimato.
El funcionario opinó que "el escenario es imprevisible" dado que Cunha podría estar dispuesto a generar una gran conmoción política luego de ser acusado por la Justicia de Suiza de tener activas al menos dos cuentas secretas con 2,4 millones de dólares, al parecer provenientes de coimas en el contexto del Petrolão.
En un clima interno que denota cada vez más desesperación, un grupo de diputados del Partido de los Trabajadores le pidió al STF que le impida a Cunha dar inicio hoy al proceso de juicio político.
Poco después de las acusaciones en su contra, los principales partidos opositores solicitaron a Cunha que deje su cargo hasta que se esclarezcan las denuncias.
Otro miembro del equipo de Rousseff consideró probable en diálogo con el sitio del Grupo Globo que Cunha dé luz verde al "impeachment" y de hacerlo "será su último acto antes de ir a la horca".
Así, a partir de hoy se pondrá a prueba la eficacia del nuevo gabinete presentado hace una semana por Rousseff, en el que se dio más peso al PMDB para asegurar su fidelidad ante un juicio político.
En el Gobierno entienden que ante la eventualidad de tener que dejar la presidencia de Diputados, Cunha podría acelerar la tramitación del "impeachment"o, al menos, la apertura de un trámite para analizar su viabilidad.
Agencias ANSA y Brasil247,
Brasilia - Dilma Rousseff suspendió su descanso y retornó precipitadamente a Brasilia para coordinar una nueva estrategia tras el anuncio del jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de que definirá hoy la posibilidad del inicio de un juicio político contra la presidenta de Brasil.
Hoy a las 10 la Cámara baja reanudará sus actividades después de un receso, ocasión en la que Cunha definirá si da curso a alguno de los más de veinte pedidos de "impeachment" que fueron presentados en su despacho, lo que amenaza con desatar una tormenta política en el país.
"Mi actuación será la normal. Voy a tomar una decisión, dijo Cunha según el diario O Globo.
Se especula que entre los pedidos con más chances de ser avalados por el jefe de Diputados está el del jurista Hélio Bicudo, uno de los miembros de la primera hora del Partido de los Trabajadores, que hace una década rompió con la agrupación de Rousseff y de Luiz Inácio Lula da Silva. Bicudo fundamentó su pedido en las llamadas"pedaladas" fiscales, esto es el maquillaje del déficit primario en 2014, y fue avalado la semana pasada cuando el Tribunal de Cuentas de la Unión rechazó las cuentas públicas de ese ejercicio y giró su tratamiento final al Congreso.
Al conocer los planes de Cunha, Rousseff se trasladó el domingo al Palacio de Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, a donde llegó procedente de la sureña ciudad de Porto Alegre, se informó ayer.
Desde allí monitoreó los contactos y dialogó con sus principales ministros y asesores sobre las formas en las que se podría bloquear en el Congreso el inicio de un proceso de juicio político en su contra.
"Tenemos que tener mayoría en el Congreso, tenemos que hacer valer la coalición" con el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), dijo la jefa de Estado a poco de retornar a la Capital Federal el domingo.
Aunque pertenece al PMDB, partido aliado del Gobierno, Cunha declaró oficialmente su paso a las filas opositoras el 17 de julio pasado. De él depende en principio dar curso o rechazar los pedidos de "impeachment".
"En realidad no hay ninguna acusación (real) contra la presidenta, pero Eduardo Cunha parece una fiera herida y podría aceptar un pedido de 'impeachment'", dijo un ministro bajo condición de permanecer en el anonimato.
El funcionario opinó que "el escenario es imprevisible" dado que Cunha podría estar dispuesto a generar una gran conmoción política luego de ser acusado por la Justicia de Suiza de tener activas al menos dos cuentas secretas con 2,4 millones de dólares, al parecer provenientes de coimas en el contexto del Petrolão.
En un clima interno que denota cada vez más desesperación, un grupo de diputados del Partido de los Trabajadores le pidió al STF que le impida a Cunha dar inicio hoy al proceso de juicio político.
Poco después de las acusaciones en su contra, los principales partidos opositores solicitaron a Cunha que deje su cargo hasta que se esclarezcan las denuncias.
Otro miembro del equipo de Rousseff consideró probable en diálogo con el sitio del Grupo Globo que Cunha dé luz verde al "impeachment" y de hacerlo "será su último acto antes de ir a la horca".
Así, a partir de hoy se pondrá a prueba la eficacia del nuevo gabinete presentado hace una semana por Rousseff, en el que se dio más peso al PMDB para asegurar su fidelidad ante un juicio político.
En el Gobierno entienden que ante la eventualidad de tener que dejar la presidencia de Diputados, Cunha podría acelerar la tramitación del "impeachment"o, al menos, la apertura de un trámite para analizar su viabilidad.
Agencias ANSA y Brasil247,