“Clarín arma una historia que sólo se condice con la mala fe del medio”
Héctor Timerman dio a conocer un texto en el cual analiza cómo utiliza el multimedios algunos datos brindados por Gary Samore, ex asesor en temas nucleares del Presidente Barack Obama.
Por Canciller Héctor Timerman
Ayer Clarín entrevistó a Gary Samore, ex asesor en temas nucleares del Presidente Barack Obama sobre el pedido a la Argentina para que nuestro país cambie el combustible nuclear gastado del reactor Teherán por uno nuevo que contenga uranio enriquecido a un nivel que dificulte ser utilizado para fabricar armas nucleares. El ex asesor estadounidense ratificó, por si a Clarín le hacía falta, lo que relató la Presidenta durante su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Samore, seguramente sin mala intención, se equivocó en la fecha de las reuniones lo que es utilizado por Clarín para armar una historia que, una vez más, sólo se condice con la mala fe del medio.
Veamos algunos hechos y fechas que aclaren las confusiones del artículo de Clarín.
Gary Samore reconoce que Obama estaba negociando un acuerdo nuclear con el Presidente iraní Mahmud Ahmadinejad desde el inicio de su gobierno en el 2008. Cuando la Argentina, varios años después, concretó, siguiendo la misma lógica, un acuerdo de cooperación judicial para avanzar la Causa Amia fue acusada de negociar con un terrorista y negador del Holocausto por los mismos que callaban las acciones de Estados Unidos. Nunca más claro la diplomacia del doble estándar que denunció Cristina Fernández de Kirchner en las Naciones Unidas recientemente.
La reunión donde el enviado de Obama solicitó la ayuda de Argentina fue en mi despacho el 1 de Noviembre de 2010 a las 15 horas y no en 2009. Yo no era canciller en el 2009.
El problema que planteaba Samore de que la Argentina provea uranio no enriquecido a Irán no pudo haber estado resuelto en 2009 como asegura Samore porque entonces no hubiese tenido sentido el loable intento del Presidente Lula y el Primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan de negociar el cambio del uranio enriquecido de Irán por uno de baja graduación. Dichas negociaciones fueron realizadas en mayo y junio del 2010 y generaron una inusitada, por lo desmedida, reacción negativa de Estados Unidos que se opuso a dicho acuerdo entre Brasil, Turquía e Irán. Una vez más el doble estándar.
Cuando Samore visita la Argentina mantuvimos una reunión en la cual me encontraba acompañado de los principales asesores nucleares de la Cancillería. Samore explicó que Irán necesitaba reemplazar el combustible nuclear gastado del reactor Teherán provisto por la Argentina durante el gobierno de Carlos Menem por uno nuevo. Que satisfacer dicha demanda iraní era parte de un esquema que involucraba a varios países proveedores de material nuclear que le permitiría a Estados Unidos seguir avanzando en un "todavía lejano" acuerdo sobre armas nucleares con Irán.
Samore explicó que las opciones eran las siguientes:
La más sencilla y rápida era que la Argentina provea el nuevo combustible nuclear ya que el combustible original fue diseñado por Argentina, a quien le pertenecían los derechos de propiedad intelectual.
Otra alternativa era que la Argentina autorice a Rusia para que sea este país el que provea de uranio siguiendo el diseño argentino.
La última alternativa era que Estados Unidos u otro país con capacidad nuclear reemplace el núcleo operativo del reactor nuclear por uno nuevo que use otro combustible que no sea el argentino.
Samore, en dicha reunión explicó que Estados Unidos no podía aparecer realizando el cambio de combustible por razones políticas.
Teniendo en cuenta la dura reacción estadounidense contra el acuerdo de Brasil y Turquía en mayo del 2010 y la situación judicial de la Causa Amia es que la Presidenta me instruyó a solicitar por escrito el pedido del gobierno del presidente Obama en cuyo caso la Argentina colaboraría para distender la tensión por los temas nucleares en el Medio Oriente.
Así le transmití la respuesta a Gary Samore que explicó que debía consultar con el Presidente Obama. El pedido por escrito jamás llegó ni Gary Samore me comunicó las razones para no dejar constancia del pedido que había realizado en Noviembre de 2010.
Tampoco es cierto que Argentina no quiso sumarse a un pacto nuclear con Teherán ya que nunca fue invitada a participar de ninguna reunión, sólo a ser proveedor de un insumo.
Finalmente, el 28 de septiembre de 2011 entré a las Naciones Unidas y en el lobby me encontré con Gary Samore. Conversamos sobre Irán y le dije que en unos minutos más me reuniría con el canciller iraní para intentar un acuerdo judicial que destrabe la Causa Amia. Su comentario fue que era muy difícil negociar con los iraníes pero que había que mantener el diálogo y me deseó que nuestras negociaciones tengan éxito. Así fue que Estados Unidos se enteró antes que ningún otro país del inicio de las negociaciones con Irán sobre la Causa AMIA.