OBAMA MANDA 450 MILITARES PARA ENTRENAR A EFECTIVOS LOCALES
Un nuevo centro de entrenamiento estará operativo en la provincia de Al Anbar. El ajuste en la estrategia apunta a reforzar la campaña contra el Estado Islámico tras varios reveses militares, como la pérdida de Ramadi en mayo.
El presidente estadounidense, Barack Obama, autorizó el envío de 450 militares más a Irak y el establecimiento de un nuevo centro de entrenamiento para las fuerzas locales en la provincia de Al Anbar. La Casa Blanca anunció que la iniciativa se enmarca en un intento por reforzar la campaña contra el Estado Islámico (EI) tras varios reveses militares, como la pérdida de Ramadi en mayo.
El nuevo contingente elevará a 3550 el número total de instructores militares estadounidenses desplegados en Irak para entrenar y asesorar a las fuerzas de seguridad locales que luchan contra el grupo jihadista.
Esta nueva autorización llegó tras meses de evaluaciones sobre cómo reforzar la estrategia contra el EI. El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, explicó que los nuevos asesores trabajarán para capacitar a las fuerzas iraquíes, incluyendo a los combatientes tribales sunnitas, y mejorar su capacidad de planificar, dirigir y llevar a cabo operaciones contra el EI. “Esta misión adicional se basa en las lecciones aprendidas en los últimos meses y es solamente un aspecto de nuestro compromiso de apoyar a las fuerzas de seguridad iraquíes”, señaló el portavoz.
La prioridad en la labor del nuevo contingente será entrenar a las fuerzas iraquíes en una base militar de Taqadum, en el este de Al Anbar, la quinta del país, en menos de dos meses, según detalló el Pentágono.
Esa base militar iraquí se unirá a otros cuatro centros de entrenamiento en el país, donde ya fueron capacitados más de 9000 soldados locales y otros 3000 están actualmente en formación, de acuerdo con datos suministrados por la Casa Blanca.
Earnest dijo que la autorización del presidente incluye, además, la entrega expedita de equipos esenciales y material a las tropas iraquíes, incluyendo a los combatientes de tribus sunnitas y las fuerzas kurdas o “peshmergas”, en coordinación con el gobierno de ese país. Así, Washington busca acelerar la integración de los sunnitas, que son minoría en el país, dentro de las fuerzas iraquíes, dominadas por los chiítas.
Asimismo, Earnest indicó que Obama tomó su decisión a pedido del primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, con quien se reunió el lunes pasado en Alemania en el marco de la cumbre del G-7, y por recomendación del Pentágono y los altos mandos militares de Estados Unidos. La decisión de Obama no representa un cambio en la misión estadounidense en Irak, sino que únicamente implica añadir otra localización para actividades similares a las que ya se están realizando, sostuvo el Pentágono, en otro comunicado.
En la misma línea, el vocero de la Casa Blanca insistió en que desarrollar una operación de combate y a gran escala con tropas estadounidenses en Irak es algo descartado. Obama también dijo desde Alemania que su gobierno todavía no desarrolló una estrategia completa para entrenar a las fuerzas iraquíes en su combate contra los extremistas, lo que le valió críticas en Estados Unidos. Varios republicanos apoyan el envío de tropas de combate a Bagdad, algo que el mandatario sigue rechazando tras diez meses de bombardeos de la coalición internacional contra el EI.