El juez de Nueva York, Thomas Griesa, falló a favor del pedido de los bonistas que no entraron al canje, conocidos como "me too", y les permitió ser incluidos en el litigio que enfrenta Argentina con los fondos buitre.
La decisión de Griesa dio vía libre a las "36 acciones" adicionales que se presentaron en la audiencia pública celebrada el pasado viernes en su juzgado, al considerar que "han satisfecho" lo requerido para obtener la aceptación a su pedido de ser sumadas a la causa bajo el mandato de la cláusula "pari passu".
La suma de los reclamos ascendería a 5.200 millones de dólares, según detalló en dicha audiencia el abogado defensor de Argentina, Carmine Boccuzzi.
El letrado del fondo buitre NML, Robert Cohen, quien actuó allí en representación de todos los demandantes, dijo que estas acciones condensan a más de 500 inversores con título en default.
Este nuevo fallo traza una cifra definitiva al reclamo judicial de los buitres contra la Argentina. En Gobierno esperaban una decisión de este tipo, que va en sintonía con las anteriores tomadas por el magistrado.
En tanto, a través de un comunicado, el Ministerio de Economía consideró que con este nuevo fallo, "Griesa avala la nueva extorsión buitre bajo el disfraz de los "me too"" y confirmó que apelará la decisión.
"El juez Griesa dictó otra lamentable sentencia en favor de los acreedores holdout, que se sumaron al reclamo original de los fondos buitre, pidiendo el dictado de una nueva sentencia pari passu a su favor", afirmó la cartera que dirige Kicillof.
Desde el ministerio, explicaron que "estos demandantes, denominados "me too", buscan obtener la misma orden pari passu que obtuvieron NML y otros fondos buitre en la corte del Juez Griesa con anterioridad. Sin embargo, la mayoría de estos "me too" no son nuevos litigantes. Tal como lo anticipó la República Argentina, estos demandantes son los mismos fondos buitre que ya obtuvieron una orden similar en el pasado, pero que ahora se disfrazan en nuevas causas como "me too", con el objetivo de generar más presión y la pretensión de multiplicar la estratosférica ganancia que les ofrece el Juez Griesa".
Además, consideraron que "con esta sentencia queda demostrado una vez más que Griesa comprende poco del caso en cuestión; que las medidas pari passu, como tantas veces lo advirtió la Argentina, no sólo no son la solución al conflicto, sino que incluso la agravan, ya que le otorgan mayor poder extorsivo para que los fondos buitre intentan emplear contra la República. Lejos de ayudar, esta nueva aberración jurídica, hace imposible, que en la práctica, se llegue una verdadera solución al conflicto".
El pasado 29 de mayo, Griesa había evitado tomar una decisión sobre el pedido formulado por los "me too" para ser considerados dentro de la causa que Argentina enfrenta con los fondos buitre, y llamó a todas las partes en conflicto a sentarse a negociar con el mediador designado, Daniel Pollack, para alcanzar un acuerdo.
Días atrás, en una entrevista con Ámbito Financiero, el ministro Axel Kicillof aseguraba que lo "reconfortaba saber que se va cumpliendo paso a paso lo que había planteado la Argentina en 2014, con referentes locales e internacionales que trataban de generar un clima de presión en que la Argentina no tenía otra posibilidad que pagar".
El titular de la cartera económica explicó: "La primera premisa: la Argentina no está en esa situación porque no negocia o no paga. Al contrario, la Argentina negoció con el 93% de los bonistas. La condición para ser buitre es que quede muy poquito sin resolver. Segunda premisa: decían que con u$s 1.600 millones se arreglaba este problema. Pasaron por alto que era exactamente lo que decía la Argentina: los "me too". No eran 1.600 millones el problema, era de 23.000 millones los que iban a venir a reclamar los demás si se le pagaba a Singer. Tercer punto: tema Pollack. Griesa decía, es tan fácil arreglar esto que vayan y negocien. Forzó una situación en la que tuve que sentarme con Pollack y los representantes de los buitres donde quedó claro que los que no querían negociar eran ellos. Piden una enormidad en base a sentencias, no a cuestiones económicas y financieras. Pregunté: ¿Por qué estoy negociando sólo con estas personas y no con todos los que tienen bonos de aquel default del Gobierno de la Alianza? No se puede pagarle a uno porque tendremos millones de buitres. A las pruebas me remito: están en el juzgado de Griesa los "me too", que vienen a reclamar lo mismo que Singer. En la cola está de nuevo Singer".
A su vez, afirmó que la estrategia oficial de negociar con todos los holdouts juntos al mismo tiempo "es un punto que le da fortaleza a la posición argentina. Si uno tiene 100 personas reclamando lo mismo, no se puede negociar con el más malo de todos, porque ese acuerdo, si llega a salir, es proyectar el peor de los escenarios a todos los demás".
"Hay muy pocos que están reclamando algo tan absurdo como lo que reclama Singer con el concurso de Griesa. El que prohíbe esto es el propio Griesa, es el principal obstáculo para resolver ese puchito del 7% No hace más que hacer eco de la estrategia de Singer", agregó
La suma de los reclamos ascendería a 5.200 millones de dólares, según detalló en dicha audiencia el abogado defensor de Argentina, Carmine Boccuzzi.
El letrado del fondo buitre NML, Robert Cohen, quien actuó allí en representación de todos los demandantes, dijo que estas acciones condensan a más de 500 inversores con título en default.
Este nuevo fallo traza una cifra definitiva al reclamo judicial de los buitres contra la Argentina. En Gobierno esperaban una decisión de este tipo, que va en sintonía con las anteriores tomadas por el magistrado.
En tanto, a través de un comunicado, el Ministerio de Economía consideró que con este nuevo fallo, "Griesa avala la nueva extorsión buitre bajo el disfraz de los "me too"" y confirmó que apelará la decisión.
"El juez Griesa dictó otra lamentable sentencia en favor de los acreedores holdout, que se sumaron al reclamo original de los fondos buitre, pidiendo el dictado de una nueva sentencia pari passu a su favor", afirmó la cartera que dirige Kicillof.
Desde el ministerio, explicaron que "estos demandantes, denominados "me too", buscan obtener la misma orden pari passu que obtuvieron NML y otros fondos buitre en la corte del Juez Griesa con anterioridad. Sin embargo, la mayoría de estos "me too" no son nuevos litigantes. Tal como lo anticipó la República Argentina, estos demandantes son los mismos fondos buitre que ya obtuvieron una orden similar en el pasado, pero que ahora se disfrazan en nuevas causas como "me too", con el objetivo de generar más presión y la pretensión de multiplicar la estratosférica ganancia que les ofrece el Juez Griesa".
Además, consideraron que "con esta sentencia queda demostrado una vez más que Griesa comprende poco del caso en cuestión; que las medidas pari passu, como tantas veces lo advirtió la Argentina, no sólo no son la solución al conflicto, sino que incluso la agravan, ya que le otorgan mayor poder extorsivo para que los fondos buitre intentan emplear contra la República. Lejos de ayudar, esta nueva aberración jurídica, hace imposible, que en la práctica, se llegue una verdadera solución al conflicto".
El pasado 29 de mayo, Griesa había evitado tomar una decisión sobre el pedido formulado por los "me too" para ser considerados dentro de la causa que Argentina enfrenta con los fondos buitre, y llamó a todas las partes en conflicto a sentarse a negociar con el mediador designado, Daniel Pollack, para alcanzar un acuerdo.
Días atrás, en una entrevista con Ámbito Financiero, el ministro Axel Kicillof aseguraba que lo "reconfortaba saber que se va cumpliendo paso a paso lo que había planteado la Argentina en 2014, con referentes locales e internacionales que trataban de generar un clima de presión en que la Argentina no tenía otra posibilidad que pagar".
El titular de la cartera económica explicó: "La primera premisa: la Argentina no está en esa situación porque no negocia o no paga. Al contrario, la Argentina negoció con el 93% de los bonistas. La condición para ser buitre es que quede muy poquito sin resolver. Segunda premisa: decían que con u$s 1.600 millones se arreglaba este problema. Pasaron por alto que era exactamente lo que decía la Argentina: los "me too". No eran 1.600 millones el problema, era de 23.000 millones los que iban a venir a reclamar los demás si se le pagaba a Singer. Tercer punto: tema Pollack. Griesa decía, es tan fácil arreglar esto que vayan y negocien. Forzó una situación en la que tuve que sentarme con Pollack y los representantes de los buitres donde quedó claro que los que no querían negociar eran ellos. Piden una enormidad en base a sentencias, no a cuestiones económicas y financieras. Pregunté: ¿Por qué estoy negociando sólo con estas personas y no con todos los que tienen bonos de aquel default del Gobierno de la Alianza? No se puede pagarle a uno porque tendremos millones de buitres. A las pruebas me remito: están en el juzgado de Griesa los "me too", que vienen a reclamar lo mismo que Singer. En la cola está de nuevo Singer".
A su vez, afirmó que la estrategia oficial de negociar con todos los holdouts juntos al mismo tiempo "es un punto que le da fortaleza a la posición argentina. Si uno tiene 100 personas reclamando lo mismo, no se puede negociar con el más malo de todos, porque ese acuerdo, si llega a salir, es proyectar el peor de los escenarios a todos los demás".
"Hay muy pocos que están reclamando algo tan absurdo como lo que reclama Singer con el concurso de Griesa. El que prohíbe esto es el propio Griesa, es el principal obstáculo para resolver ese puchito del 7% No hace más que hacer eco de la estrategia de Singer", agregó