29 jul 2014

Holanda exige a Kiev cesar los combates en el lugar del siniestro del MH17

El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, llamó a las autoridades de Ucrania a suspender la operación especial en la región de la caída del Boeing malasio, informó hoy el portavoz del Gobierno holandés, Jean Transman, citado por AFP.
“El primer ministro, en una conversación telefónica mantenida hoy con el presidente de Ucrania, le pidió suspender las acciones de combate en torno al lugar de la catástrofe”, indicó el funcionario.
Hoy se supo que un grupo de expertos internacionales desistió por tercera vez de sus planes de trasladarse al lugar de la caída del Boeing malasio en el este de Ucrania por razones de seguridad.
Según el Ministerio de Justicia y Seguridad de Holanda, la carretera que conduce al lugar del siniestro "es escenario de combates".
Anteriormente, el viceprimer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Vladímir Antiuféev, declaró a la prensa que su Gabinete se compromete a crear las condiciones necesarias para la labor de los especialistas internacionales en la zona de la catástrofe y acusó a Kiev de torpedear su misión para, según afirmó, ocultar las verdaderas causas de la tragedia.
El Boeing 777 de Malaysia Airlines que realizaba el vuelo MH17 de Amsterdam a Kuala Lumpur cayó el pasado 17 de julio en el este de Ucrania. Todos los 298 ocupantes de la aeronave, entre ellos 85 niños y 15 tripulantes, murieron.

Los primeros da­tos de las cajas negras del Boeing 777 siniestrado en el este de Ucra­nia, analizadas en un laboratorio del Reino Unido, revelaron que el avión sufrió una “descompresión explosiva masiva”, indicó Russia Today.
Los expertos de la comisión que investiga las causas del accidente del Boeing 777 informaron que los datos de los registradores de vuelo indican que la causa más probable de la destrucción y la caída del avión fue una descompresión ex­plosiva masiva, debido al impacto de múltiples fragmentos de metralla de un misil, dijo en una rue­da de prensa el portavoz del Con­sejo de Defensa y Seguridad Na­cional (CDSN) de Ucra­nia, el coronel Andréi Lisenko. Aún se espera más información a finales de esta semana.
Por otra parte, la inteligencia de Estados Unidos no ha podido mostrar evidencias fácticas sobre la implicación de las autodefensas, aunque insiste en su culpabilidad.
Sin embargo, datos de los satélites rusos indicaron que el avión malasio pudo ser derribado por un cohete tierra-aire disparado desde una plataforma Buk-M1, de la de­fensa antiaérea ucraniana, o por un caza bombardero Su-25, detectado por los radares del centro de vigilancia de Rostov, en la frontera, en la misma trayectoria que el vuelo MH17, durante cuatro minutos.
El avión malasio con 298 personas a bordo, incluidos 80 niños, se estrelló el pasado 17 de julio cerca de Do­netsk, donde se registran com­bates entre el Ejército y las au­todefensas.
Mientras tanto, en Ucrania, tropas gubernamentales enviadas por Kiev atacan pueblos cercanos al lu­gar de la catástrofe del vuelo MH17, según las autodefensas de la Re­pública Popular de Donetsk.
Esta situación, impidió el arribo de un grupo de expertos internacionales, aseguró una fuente de la Or­ganización para la Seguridad y Coo­peración en Europa, según re­portes de Prensa Latina.

En una comunicación ante la prensa, el primer ministro de la proclamada República Popular de Do­netsk, Alexander Borodai, afirmó que al activar las acciones militares en la zona donde cayó el Boeing 777, Ucrania trata de evitar “ser de­sen­mascarada”.