TESTIMONIOS DICEN QUE CADA VEZ QUE DENUNCIAN, SUS HIJOS SON MALTRATADOS
"Yo entregué a mi hijo porque cometió un delito. Lo entraron de los pelos y me quedé escuchando. Como madre me dolió muchísimo oír los gritos desgarradores de mi hijo. Después que me lo entregaron estuve internada por la desesperación".
EDUARDO BARRENECHEsáb jul 5 2014
Este es el testimonio de una de las cuatro madres de menores infractores que concurrieron a la Comisión de Derechos Humanos de Diputados el miércoles a testificar sobre las condiciones de internación en los centros del INAU.
El País accedió ayer a la versión taquigráfica de esta comisión, que el Frente Amplio pidió que se mantuviera en reserva. (Ver nota en esta página).
Días después, M. se encontró con su hijo en la visita. Llorando, le preguntó por qué los funcionarios lo golpearon. El hijo le contestó: "Porque vos me entregaste. Si vos no me hubieras entregado, no me golpeaban".
Según la descripción de la madre, el hijo "tenía la ceja partida, así como los labios; estaba todo desfigurado. Y todavía los señores del hogar de Burgues (Centro de Internación Transitoria) me dijeron que les tenía que dar las gracias por aceptarlo ahí porque él era motinero".
Otra madre denunció que, en la anterior dirección del Hogar SER, su hijo recibió golpizas. Ese centro fue intervenido por el presidente del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente, Rubén Villaverde, luego que una decena de funcionarios declarara ante la Justicia de Pando el 13 de junio por denuncias de golpizas.
"`Mamá, se cansaron de darme palo. Se cansaron de darme palo`. El sábado, cuando fui a verlo, me enteré de que se había querido ahorcar", señaló L. el miércoles 2 en la Comisión de Derechos Humanos.
Al llegar el día de visitas, L. fue a la Colonia Berro a ver su hijo. "Él me dijo que trató de ahorcarse para llamar la atención. Y si le falla, ¿qué pasa? Los acosan. Los provocan. Por ejemplo, las funcionarias se levantan la ropa y les preguntan: `¿Cómo me ves? ¿Qué tal estoy?` Los botijas son botijas. Cuando los botijas se propasan con las muchachas, les dan palos", agregó.
Según las actas taquigráficas de la sesión de la Comisión de Derechos Humanos a las tuvo acceso El País, esta madre indicó que, como su hijo se quiso ahorcar, los funcionarios lo llevaron al Hospital Vilardebó donde le dieron inyectables y pastillas.
"El sábado (día de la visita) me dijo que le habían dado una gran paliza, que le llenaron la cabeza de chichones aunque lo único que le alcancé a ver fue que estaba todo raspado porque lo habían agarrado a patadas y lo habían tirado en el baño. ¡Con razón iba a hacer un mes que no lo veía!", señaló la madre a los diputados.
M. dijo en la comisión que no sabe exactamente cuáles fueron las torturas que recibió su hijo en el Hogar SER. "En una de las visitas le digo a él: `me acabo de enterar en la cola por una de las mamás que hubo seis o siete chicos que dejaron desnudos en el patio, durante cinco días, haciéndolos saltar y engrillados. Después con un cepillo de dientes, les hicieron limpiar el patio".
La madre intentaba sonsacar alguna información sobre ese hecho a su hijo. El adolescente la miró y le dijo: "Uno de esos chicos era yo, mamá".
Indicó que, en una oportunidad, denunció que su hijo sufría malos tratos en el Hogar SER. Por esa causa, dijo, "a mi hijo le hicieron comer la carta de citación dirigida a la entonces directora del Hogar SER diciéndole: `Comete esta carta, porque tu madre le gusta hablar en la tele y contar cosas. Y después que le hicieron comer ese papel, lo llevaron al patio y mi hijo recibió golpizas desnudo. Tenemos los nombres de los torturadores".
La abogada de las madres, Sandra Giménez, señaló que estas madres primero presentaron las denuncias ante Jurídica del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa) y como no tomaban medidas, decidieron llevarlas a la Institución de Derechos Humanos y a la Justicia Penal de Pando.
"Los adolescentes relataban que los sacaban desnudos en invierno, mojados, golpeados, siempre esposados y engrillados, y que cuando pedían para ir al baño, en los centros masculinos los esposaban con las manos en la espalda. Obviamente que era muy difícil bajarse la ropa para hacer sus necesidades y se orinaban en la ropa", dijo la abogada.
"Yo entregué a mi hijo porque cometió un delito. Lo entraron de los pelos y me quedé escuchando. Como madre me dolió muchísimo oír los gritos desgarradores de mi hijo. Después que me lo entregaron estuve internada por la desesperación".
EDUARDO BARRENECHEsáb jul 5 2014
Este es el testimonio de una de las cuatro madres de menores infractores que concurrieron a la Comisión de Derechos Humanos de Diputados el miércoles a testificar sobre las condiciones de internación en los centros del INAU.
El País accedió ayer a la versión taquigráfica de esta comisión, que el Frente Amplio pidió que se mantuviera en reserva. (Ver nota en esta página).
Días después, M. se encontró con su hijo en la visita. Llorando, le preguntó por qué los funcionarios lo golpearon. El hijo le contestó: "Porque vos me entregaste. Si vos no me hubieras entregado, no me golpeaban".
Según la descripción de la madre, el hijo "tenía la ceja partida, así como los labios; estaba todo desfigurado. Y todavía los señores del hogar de Burgues (Centro de Internación Transitoria) me dijeron que les tenía que dar las gracias por aceptarlo ahí porque él era motinero".
Otra madre denunció que, en la anterior dirección del Hogar SER, su hijo recibió golpizas. Ese centro fue intervenido por el presidente del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente, Rubén Villaverde, luego que una decena de funcionarios declarara ante la Justicia de Pando el 13 de junio por denuncias de golpizas.
"`Mamá, se cansaron de darme palo. Se cansaron de darme palo`. El sábado, cuando fui a verlo, me enteré de que se había querido ahorcar", señaló L. el miércoles 2 en la Comisión de Derechos Humanos.
Al llegar el día de visitas, L. fue a la Colonia Berro a ver su hijo. "Él me dijo que trató de ahorcarse para llamar la atención. Y si le falla, ¿qué pasa? Los acosan. Los provocan. Por ejemplo, las funcionarias se levantan la ropa y les preguntan: `¿Cómo me ves? ¿Qué tal estoy?` Los botijas son botijas. Cuando los botijas se propasan con las muchachas, les dan palos", agregó.
Según las actas taquigráficas de la sesión de la Comisión de Derechos Humanos a las tuvo acceso El País, esta madre indicó que, como su hijo se quiso ahorcar, los funcionarios lo llevaron al Hospital Vilardebó donde le dieron inyectables y pastillas.
"El sábado (día de la visita) me dijo que le habían dado una gran paliza, que le llenaron la cabeza de chichones aunque lo único que le alcancé a ver fue que estaba todo raspado porque lo habían agarrado a patadas y lo habían tirado en el baño. ¡Con razón iba a hacer un mes que no lo veía!", señaló la madre a los diputados.
M. dijo en la comisión que no sabe exactamente cuáles fueron las torturas que recibió su hijo en el Hogar SER. "En una de las visitas le digo a él: `me acabo de enterar en la cola por una de las mamás que hubo seis o siete chicos que dejaron desnudos en el patio, durante cinco días, haciéndolos saltar y engrillados. Después con un cepillo de dientes, les hicieron limpiar el patio".
La madre intentaba sonsacar alguna información sobre ese hecho a su hijo. El adolescente la miró y le dijo: "Uno de esos chicos era yo, mamá".
Indicó que, en una oportunidad, denunció que su hijo sufría malos tratos en el Hogar SER. Por esa causa, dijo, "a mi hijo le hicieron comer la carta de citación dirigida a la entonces directora del Hogar SER diciéndole: `Comete esta carta, porque tu madre le gusta hablar en la tele y contar cosas. Y después que le hicieron comer ese papel, lo llevaron al patio y mi hijo recibió golpizas desnudo. Tenemos los nombres de los torturadores".
La abogada de las madres, Sandra Giménez, señaló que estas madres primero presentaron las denuncias ante Jurídica del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa) y como no tomaban medidas, decidieron llevarlas a la Institución de Derechos Humanos y a la Justicia Penal de Pando.
"Los adolescentes relataban que los sacaban desnudos en invierno, mojados, golpeados, siempre esposados y engrillados, y que cuando pedían para ir al baño, en los centros masculinos los esposaban con las manos en la espalda. Obviamente que era muy difícil bajarse la ropa para hacer sus necesidades y se orinaban en la ropa", dijo la abogada.
Reunión.
B., otra de las madres que concurrió a la Comisión de Diputados, dijo que Villaverde las recibió en los últimos meses del año pasado.
"Nos recibió muy amablemente y nos dijo que nos ayudaría, que dejáramos todo quieto que estaría bien. Cuando estábamos por salir, nos pidió los nombres de los chicos. Una madre dio el de su hijo -yo no lo hice porque no me inspiró confianza- y lo torturaron todos los días durante meses `porque a la mamá le gusta denunciar`. El único que sabía el nombre del adolescente era Villaverde", dijo.
Días más tarde, B. concurrió a la visita en el Hogar SER junto con otras madres. "Mi hijo me dijo: `Mamá, por favor, no hagas denuncias porque a Fulano lo reventaron mal a palos porque la madre denunció y dijo su nombre", relató.
Ante la sorpresa de los diputados que integraban la Comisión de Derechos Humanos, una de las madres señaló que, en el Hogar SER, a los menores infractores los hacen correr. Enseguida agregó: "Si los chicos no dicen `¡Viva la Policía!`, les dan palo abierto".
B., otra de las madres que concurrió a la Comisión de Diputados, dijo que Villaverde las recibió en los últimos meses del año pasado.
"Nos recibió muy amablemente y nos dijo que nos ayudaría, que dejáramos todo quieto que estaría bien. Cuando estábamos por salir, nos pidió los nombres de los chicos. Una madre dio el de su hijo -yo no lo hice porque no me inspiró confianza- y lo torturaron todos los días durante meses `porque a la mamá le gusta denunciar`. El único que sabía el nombre del adolescente era Villaverde", dijo.
Días más tarde, B. concurrió a la visita en el Hogar SER junto con otras madres. "Mi hijo me dijo: `Mamá, por favor, no hagas denuncias porque a Fulano lo reventaron mal a palos porque la madre denunció y dijo su nombre", relató.
Ante la sorpresa de los diputados que integraban la Comisión de Derechos Humanos, una de las madres señaló que, en el Hogar SER, a los menores infractores los hacen correr. Enseguida agregó: "Si los chicos no dicen `¡Viva la Policía!`, les dan palo abierto".
TESTIMONIOS DE MADRES
Madre 1:
"En una visita entra un chico muy delgado que mira a mi hijo. ¿Lo conocés? le pregunté. 'Si, mamá. Muchas noches cuando o estaba colgado (del techo) en el baño, él inventaba que tenía que hacer pichí y caca para ponerse de cuatro patas para que a mi no me doliera tanto los brazos'. Él me contaba esporádicamente esas cosas. No lo hacía de manera natural".
"En una visita entra un chico muy delgado que mira a mi hijo. ¿Lo conocés? le pregunté. 'Si, mamá. Muchas noches cuando o estaba colgado (del techo) en el baño, él inventaba que tenía que hacer pichí y caca para ponerse de cuatro patas para que a mi no me doliera tanto los brazos'. Él me contaba esporádicamente esas cosas. No lo hacía de manera natural".
Madre 2:
"Están entrenando ahí adentro para que salgan a reventar gente, que es algo que ya me pasó. A otro de mis hijos, que no era malandro, lo mató un chico que hacía 10 días que había salido del SER".
"Están entrenando ahí adentro para que salgan a reventar gente, que es algo que ya me pasó. A otro de mis hijos, que no era malandro, lo mató un chico que hacía 10 días que había salido del SER".
Madre 3:
"A mi hijo le dieron una paliza brutal esposado de pies y manos; lo dejaron tres días en una pieza, tirado en el suelo, de calzoncillos".
"A mi hijo le dieron una paliza brutal esposado de pies y manos; lo dejaron tres días en una pieza, tirado en el suelo, de calzoncillos".
Madre 4:
"¿Dicen que los funcionarios no pueden pegar? El tal 'Popeye', que figura en varios expedientes, lo mató a palos. Fue una tortura lo que hizo; mi hijo estaba esposado de pies y manos"
www.elpais.com.uy
"¿Dicen que los funcionarios no pueden pegar? El tal 'Popeye', que figura en varios expedientes, lo mató a palos. Fue una tortura lo que hizo; mi hijo estaba esposado de pies y manos"
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